¿Ha aumentado o disminuido la demanda en la zona rural?
A partir del 2º trimestre de 2020, se apreció un notable aumento en la demanda de viviendas en pueblos y pequeñas ciudades lejos de las grandes ciudades. Esta tendencia se vio impulsada por la capacidad de poder disponer de viviendas más espaciosas con jardines, terrazas y huertos por un precio del m2 mucho más barato que en capitales de provincia.
Además, la obligación de disminuir el trabajo presencial causado por el COVID-19 nos hizo valorar la importancia de buscar la calidad de vida y compaginar la vida laboral con la personal.
¿Se ha mantenido la tendencia hasta el día de hoy?
Esta tendencia no se mantuvo uniforme en todas las poblaciones.
En los pueblos de menos de 5.000 habitantes se observó un descenso del interés por este estilo de vida a causa de la dificultad de mantener un modelo híbrido de teletrabajo.
No obstante, esta tendencia siguió en alza en las poblaciones pequeñas y cercanas a grandes urbes como Madrid, que tienen la posibilidad de acceder más fácilmente a los servicios e infraestructuras, como transporte público, educación, sanidad y ocio.
Estas áreas ofrecen un equilibrio ideal para aquellos que buscan evitar los elevados costos de vivienda en las ciudades principales, sin sacrificar el acceso a los servicios y oportunidades que éstas proporcionan.
¿Qué zonas de Madrid ha seguido manteniendo la demanda de vivienda?
Algunas localidades de la sierra norte de Madrid han conseguido mantener esta demanda en los últimos años. Navalafuente es un claro ejemplo del aumento de población de la zona y lugar perfecto para segundas residencias que compaginan la vida familiar y calidad de vida con el teletrabajo y las buenas comunicaciones con la capital.
Otras opciones que se siguen planteando son poblaciones como Quijorna, que se encuentran a una distancia mucho más cercana (30 min aprox.) de la capital y con las ventajas de precios más bajos y viviendas más amplias.